La resistividad eléctrica es uno de los parametros del terreno que en nuestros servicios geofísicos utilizamos para la diferenciación de litologías en el subsuelo. Esto puede ayudar a identificar cuerpos extraños en un entorno más o menos uniforme.
La obtención de la distribución de este parámetro es uno de los objetivos fundamentales de la Prospección Geofísica. Para tratar de cubrir este objetivo existen numerosos dispositivos y metodologías, que se aplican en diferentes ámbitos
La técnica geofisica denominada Sondeo Eléctrico Vertical (SEV) esta relacionada con una finalidad que persigue determinar la distribución vertical de resistividades del terreno que se investiga. Para este método se hacen mediciones en corriente continua, y los resultados son comparados con las resistividades comunes de los diferentes materiales.
Geomaterial | Resistividad [Ωm] |
---|---|
Arcilla | 1–20 |
Arena húmeda | 20–200 |
Esquisto | 1–500 |
Caliza porosa | 100–103 |
Caliza densa | 103–106 |
Rocas metamórficas | 50–106 |
Rocas ígneas | 102–106 |
En términos generales, se trata de crear un campo eléctrico mediante la inyección de corriente continua en el terreno a estudiar a través de dos electrodos (usualmente denominados electrodos de corriente A y B), y estudiar este campo con la utilización de otros dos electrodos (denominados electrodos de potencial M y N). El campo eléctrico resultante dependerá, entre otras variables, de la distribución de resistividades de las estructuras del subsuelo, de las distancias entre los electrodos y su disposición relativa y de la corriente inyectada.
Siguiendo la norma ASTM-D6431 para el uso del metodo de corriente continua, podemos seleccionar entre las diferentes combinaciones de las posiciones relativas de los cuatro electrodos mencionados, la más usual es la del denominado SEV Schlumberger. Esquemáticamente, esta metodologia responde a la siguiente configuración:
Donde los electrodos están alineados, la distancia AM es igual a la NB y la distancia MN debe ser muy pequeña en comparación con la AB (en los cálculos se asimila a un punto). Las mediciones sucesivas se obtienen separando paulatinamente los electrodos de corriente A y B; cuanto mayor sea esta distancia mayor será la profundidad de investigación.
La mayor eficacia del método corresponde al caso en el que los SEV se efectúan sobre un terreno compuesto por capas lateralmente homogéneas en lo que respecta a la resistividad, y limitadas por planos paralelos a la superficie del terreno (medio estratificado). Nuestra experiencia demuestra que los resultados teóricos obtenidos para medios de esta clase, son tolerablemente válidos para estratos inclinados hasta unos 30º. Para mayores inclinaciones o cambios laterales, es preferible utilizar Tomografía Eléctrica.
La técnica geofisica del SEV es utilizado en proyectos de hidrogeología para la localización de estructuras geológicas que puedan funcionar como acuíferos, tales como lentejones detríticos de grano grueso, calizas karstificadas, etc..
En proyectos de geotecnia, los SEV son usados para la definición de estructuras geológicas diferenciables por su resistividad. Como por ejemplo aluviales, margas bajo calizas (estructura no detectable con sísmica de refracción al haber inversión de velocidades), delimitación de zonas
de “préstamos”, etc.
Estas medidas de resistividad para Tomas de Tierra son imprescindibles en cualquier estudio geotécnico de una instalación eléctrica.
En minería la detección de masa minerales que respondan por su contraste de resistividad es uno de sus usos principales. Así como el estudio de canteras.
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